Tibor Nagy, pintor impresionista, nació y creció en una ciudad llamada Rimavská Sobota, Eslovaquia, situada en el corazón de Europa. Creció en una familia de músicos durante el régimen comunista.
Por otro lado, estas circunstancias le ayudaron a encontrar su propia y única voz como artista, relativamente poco influído por elementos externos.
Desde joven, Tibor, en muchas formas se encontró profundamente conectado con la naturaleza y la expresión gráfica. La experiencia adquirida en la naturaleza y en el campo artístico se complementaron constantemente. Esto creó una sólida base que influyó en todo su desarrollo artístico, siendo para él una fuente inagotable de inspiración como artista autodidacta.
Al principio de su trayectoria artística, el estilo que predominaba era el realismo combinado con la abstracción. En los años ochenta, empezó a inclinarse más hacia el surrealismo, buscando su propia forma de expresión, combinando técnicas y la experimentación.
Su primer contacto con la pintura de paisaje y el óleo fue en el año 2005, donde pintó por fin su primer plein air. Inmediatamente vio un gran potencial al expresarse en esta forma de pintar, incluso a pesar de la dificultad que representa este estilo.
El enfoque «Alla Prima» le pareció muy atractivo en un sentido de franqueza, veracidad y expresividad, pero al mismo tiempo era un verdadero reto, ya que requería un artista contundente.
Sobre el enfoque pictórico de Tibor: «Al pintar, me esfuerzo por captar la vitalidad, la esencia y la diversidad del paisaje, concentrándome al mismo tiempo en el contexto emocional. A veces es difícil mantener los impulsos internos bajo control. En este punto necesito valor. Más allá de esta frontera comienza un territorio desconocido».
«Es como estar al límite. A veces me caigo y otras veces se abren ante mí nuevas e inesperadas posibilidades de expresión y técnica. Estar constantemente al límite es la manera que tengo de mejorar. Tener el valor de abandonar el camino seguro, aunque a menudo aburrido, y «seguir vivo» es lo que me importa. También hago un esfuerzo adicional para mantenerme constantemente abierto a nuevas posibilidades y formas innovadoras y, si es posible, no permanecer siempre en el mismo nivel. Así doy a los nuevos procesos creativos la oportunidad de llevarme adelante».