Pintora rusa, nació en 1970 en Uzlovaya, en la región de Tula (Rusia).
Siendo muy pequeña se trasladó junto a sus padres a Siberia, en donde pasaba horas contemplando el paisaje desde la ventana para más tarde dibujar en su diario lo que veía tras ella.
Comenzó a asistir a la Escuela Especial para Dotados en Krasnoyarsk (que lleva el nombre de Vasily Surikov), Siberia, en la que se graduó en 1990.
En 1994 fundó una escuela privada de pintura para niños de primaria.
Trabajó durante un tiempo como restauradora en el museo de arte local.
En 1998 creó el plan de estudios para primaria titulado Arte: los comienzos.
El curso fue publicado por el Consejo Estatal de Educación Escolar en forma de monografía y se utiliza como base para el estudio de las bellas artes en las escuelas primarias de Siberia.
Con un personalísimo estilo, la temática de su pintura son el paisaje, las antigüedades, la mitología griega, las tradiciones de las personas que viven desde hace muchos siglos en su tierra, las flores, algunas obras maestras de la poesía y figuras femeninas llenas de sensualidad.
Angelika es miembro de la Asociación Rusa de Artistas desde 2006 y de la Asociación Internacional «Des ARTS Plastiques» de la UNESCO.
Las obras de Angelika se exponen con éxito en galerías de Rusia, Inglaterra y Estados Unidos.
En 2006, participó por primera vez en una exposición internacional en la galería de arte Du Soleil, en Naples (Florida, Estados Unidos de América), y sus obras fueron adquiridas, lo que le permitió entrar en el mercado internacional del arte.
Sus obras se encuentran en museos de arte de Siberia y Extremo Oriente, así como en colecciones privadas y galerías de Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Suecia, Suiza, Alemania y China.
Vive y trabaja en San Petersburgo.
Los cuadros de Angelika Privalikhina nos atraen por su contemplación pausada y admirativa del mundo, algo poco frecuente en el arte contemporáneo.
Cada uno de sus cuadros del natural despierta una imaginación figurativa cuyos límites sólo están limitados por la percepción individual del observador.
Para algunos, sólo se trata de una decoración de interiores en forma de flores, jarrones de porcelana, frascos de perfume antiguos y encantadores adornos dejados en un tocador, mientras que para otros significan una inmersión en un misterio artístico inexplorado.
Su arte es claro sin traducción, ya que el motivo clave de su arte es el secreto del arte percibido a través de los medios, que es un lenguaje universal.
Semblanza de la Doctora en Historia del Arte Museo Estatal Ruso, Svetlana Ershova.